Reflexiones sobre la IA desde la experiencia de más de cinco décadas
En los últimos años, la inteligencia artificial (AI) ha dejado de ser una idea de películas futuristas y se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana. Como persona que ha visto llegar el internet, la telefonía móvil y tantas otras revoluciones tecnológicas, me maravilla y, a la vez, me hace reflexionar, sobre lo que la IA implica para nuestra generación y para quienes vienen detrás.
¿Qué es la inteligencia artificial?
Sin entrar en definiciones demasiado técnicas, la inteligencia artificial es la capacidad de las máquinas para realizar tareas que, tradicionalmente, requerían de la inteligencia humana. Esto incluye desde reconocer voces, entender idiomas, hasta tomar decisiones o incluso predecir situaciones.
Cada vez que usamos un teléfono inteligente, escribimos en el buscador de internet o consultamos rutas en el GPS, estamos interactuando con IA, muchas veces sin darnos cuenta. Hoy en día existen muchísimos aparatos electrónicos que funcionan gracias a la inteligencia artificial, como cámaras que son capaces de seguirnos mientras nos movemos.
Ventajas de la IA en nuestra vida diaria
La IA ha traído muchos beneficios, especialmente para quienes tenemos más de 50 años y buscamos calidad de vida:
- Acceso a información y servicios: Los asistentes virtuales, como los que encontramos en los teléfonos y los ordenadores o computadoras, pueden responder dudas, programar recordatorios o ayudar a comunicarnos con familiares, haciendo nuestra vida más sencilla.
- Salud y bienestar: Existen aplicaciones que nos ayudan a monitorear la presión arterial, el ritmo cardíaco y hasta a pedir una cita médica desde casa. Incluso algunos dispositivos pueden alertar de caídas o emergencias.
- Comunicación y entretenimiento: Plataformas de videollamadas, redes sociales y servicios de streaming, emplean IA para conectar personas de distintas generaciones y ofrecernos contenidos a nuestro gusto.
- Automatización y comodidad en el hogar: Desde luces que se prenden solas hasta robots que aspiran el suelo, la IA nos ofrece comodidad y facilita tareas que antes podían ser pesadas o exigir esfuerzo físico.
También tiene otra gran ventaja, sobre todo entre los más jóvenes, ya que se puede convertir en una gran herramienta a la hora de buscar empleo.
Desventajas y retos que debemos considerar
Sin embargo, no todo es positivo. La llegada de la IA también trae consigo ciertas preocupaciones, sobre todo para quienes hemos trabajado décadas en áreas que hoy están cambiando rápidamente. Los mayores de 50 debemos actualizarnos constantemente para no quedarnos atrasados:
- Cambios en el trabajo: Muchas tareas que antes realizaban personas ahora las hacen máquinas o programas inteligentes. Cajeros automáticos, sistemas automáticos de atención telefónica y robots en fábricas son solo algunos ejemplos. Esto puede hacer que algunos puestos de trabajo desaparezcan, y que la búsqueda de empleo sea cada vez más complicada, sobre todo a cierta edad.
- Desigualdad tecnológica: No todas las personas tienen el mismo acceso o la facilidad para adaptarse a estas tecnologías. Aprender a usar nuevas herramientas puede ser desafiante y generar una sensación de quedarse rezagado.
- Privacidad y seguridad: La IA recolecta y analiza mucha información personal. Es importante saber cómo se usa esa información y qué medidas existen y tenemos que llevar a cabo, para proteger nuestra privacidad.
- Dependencia tecnológica: Al volvernos más dependientes de la tecnología, existe el riesgo de que, ante una falla o falta de conocimientos, quedemos sin recursos para resolver situaciones cotidianas, que antes éramos capaces de hacer tranquilamente.
El futuro para los seres humanos
El avance de la inteligencia artificial parece imparable. Lejos de temerla, creo que debemos buscar cómo convivir con ella, aprendiendo a usarla y aprovechándonos de sus ventajas.
Adaptarse siempre ha sido clave para quienes hemos visto tantos cambios en tan poco tiempo.
Es probable que en el futuro veamos más trabajos cambiando, pero también surgirán nuevas oportunidades que hoy ni imaginamos. La empatía, la creatividad, la experiencia y la adaptación son cualidades que ninguna máquina puede reemplazar por completo.
Quienes tenemos más de 50 años todavía tenemos mucho que aportar. No se trata de competir con la tecnología, sino de integrarla a nuestra vida y seguir aprendiendo. Así, podremos disfrutar de los beneficios de la IA, enfrentar sus retos y acompañar a las nuevas generaciones en esta transformación.
La historia nos demuestra que la humanidad siempre encuentra la manera de adaptarse. La inteligencia artificial es un nuevo capítulo, y aún nos queda mucho por escribir.